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Flores / Flor de pensamiento
« en: 16 de Julio de 2023, 11:17:35 am »
La flor de pensamiento es una gran flor para la decoración del hogar o jardín e incluso se usa como ingrediente culinario. Esta planta, procedente de Europa y Asia, recibió su nombre porque en francés se llama "Pensé", que significa "pensamiento"; ya que antaño, cuando los hombres viajaban, les daban estas flores a sus novias para ellas que no los olvidaran.
Flor de pensamiento: origen
Se estima que desde el siglo XIX, los floristas de Europa comenzaron a cruzar las flores de pensamiento que se encontraban en estado silvestre con variedades de violetas que provenían de Medio Oriente, dando con ello como resultado, a la flor de pensamiento que conocemos en la actualidad.
Esto se hizo con el fin de crear una flor mucho más práctica, resistente y con colores más variados y llamativos. Y fue así que, desde dicha época, la fama de estas flores se fue expandiendo cada vez más.
Flor del pensamiento: usos
Durante mucho tiempo, la flor de pensamiento fue ampliamente utilizada como cosméticos y medicamentos. Por su parte, los griegos y romanos usaban la planta para preparar lociones y perfumes de belleza, mientras que los chinos solían usar la flor de pensamiento para prevenir el dolor de cabeza. Estos hábitos han hecho que esta flor se use incluso hoy en la industria cosmética, en productos para combatir las arrugas, las estrías y la sequedad.
Debido a que tiene un sabor dulce, la flor de pensamiento también se usa para cocinar deliciosas recetas de postres como pasteles, galletas y ensaladas de frutas. Se puede incluir en muchos platos siempre que se haya cultivado sin el uso de productos químicos.
Flor de pensamiento: cómo cultivar
La flor de pensamiento se puede cultivar en macetas y jardines y crecer rápidamente. Esto la hace una de las flores más buscadas por los amantes de la jardinería, tanto por principiantes como por personas más avezadas.
Las semillas de la flor de pensamiento tardan entre 17 y 21 días en germinar y hasta 90 días en florecer (siempre y cuando se cumplan con los requerimientos básicos para su germinación y crecimiento). Además de no aplicar productos químicos, es importante que reguemos nuestra flor de pensamiento de forma regular, ya que la planta no es resistente al suelo seco. Idealmente, de 3 a 4 veces por semana, la planta se riega y permanece en un lugar que tenga sol durante al menos 4 horas al día.
Flor de pensamiento: arreglos florales
En fechas conmemorativas, como cumpleaños y graduaciones, la flor de pensamiento adquiere un valor especial; y es que tal arreglo floral es una excelente opción para regalar, por lo que suele incluirse con frecuencia junto a otras flores. Esto se debe, principalmente, a la variedad de colores que podemos encontrar, que suelen encontrarse en torno a diferentes tonos de rojo, amarillo, blanco, morado, rosa, entre muchos otros.
Así mismo, en la actualidad, la flor de pensamiento es también una hermosa alternativa para la decoración de fiestas, como lo son el festejo de una boda, graduación, etc.
Flor de pensamiento: origen
Se estima que desde el siglo XIX, los floristas de Europa comenzaron a cruzar las flores de pensamiento que se encontraban en estado silvestre con variedades de violetas que provenían de Medio Oriente, dando con ello como resultado, a la flor de pensamiento que conocemos en la actualidad.
Esto se hizo con el fin de crear una flor mucho más práctica, resistente y con colores más variados y llamativos. Y fue así que, desde dicha época, la fama de estas flores se fue expandiendo cada vez más.
Flor del pensamiento: usos
Durante mucho tiempo, la flor de pensamiento fue ampliamente utilizada como cosméticos y medicamentos. Por su parte, los griegos y romanos usaban la planta para preparar lociones y perfumes de belleza, mientras que los chinos solían usar la flor de pensamiento para prevenir el dolor de cabeza. Estos hábitos han hecho que esta flor se use incluso hoy en la industria cosmética, en productos para combatir las arrugas, las estrías y la sequedad.
Debido a que tiene un sabor dulce, la flor de pensamiento también se usa para cocinar deliciosas recetas de postres como pasteles, galletas y ensaladas de frutas. Se puede incluir en muchos platos siempre que se haya cultivado sin el uso de productos químicos.
Flor de pensamiento: cómo cultivar
La flor de pensamiento se puede cultivar en macetas y jardines y crecer rápidamente. Esto la hace una de las flores más buscadas por los amantes de la jardinería, tanto por principiantes como por personas más avezadas.
Las semillas de la flor de pensamiento tardan entre 17 y 21 días en germinar y hasta 90 días en florecer (siempre y cuando se cumplan con los requerimientos básicos para su germinación y crecimiento). Además de no aplicar productos químicos, es importante que reguemos nuestra flor de pensamiento de forma regular, ya que la planta no es resistente al suelo seco. Idealmente, de 3 a 4 veces por semana, la planta se riega y permanece en un lugar que tenga sol durante al menos 4 horas al día.
Flor de pensamiento: arreglos florales
En fechas conmemorativas, como cumpleaños y graduaciones, la flor de pensamiento adquiere un valor especial; y es que tal arreglo floral es una excelente opción para regalar, por lo que suele incluirse con frecuencia junto a otras flores. Esto se debe, principalmente, a la variedad de colores que podemos encontrar, que suelen encontrarse en torno a diferentes tonos de rojo, amarillo, blanco, morado, rosa, entre muchos otros.
Así mismo, en la actualidad, la flor de pensamiento es también una hermosa alternativa para la decoración de fiestas, como lo son el festejo de una boda, graduación, etc.