Las plantas relajantes son aquellas plantas que puedes cultivar en tu jardín, ofreciendo belleza al mismo por sus hermosas hojas verdes y flores preciosas; y a la vez proporcionar un uso medicinal de variados beneficios. Sus diferentes componentes basados en aceites esenciales presentes en hojas, flores y raíz permiten que sean utilizadas en diferentes usos para el bienestar de tu salud. Entre sus beneficios están el ser relajantes naturales para calmar los nervios y aportar beneficios al sistema nervioso, entre otros. Estas plantas permiten combatir el estrés y equilibran el organismo ante desequilibrios producidos por tensión, enfermedad y arduo trabajo, ya que la ansiedad generada en las diferentes circunstancias facilita a ser propenso a bajar las defensas y promover afecciones e infecciones.
Entre las plantas de jardín consideradas para relajar encuentras:
1.- La Valeriana muy buena para controlar nervios; es familia de las plantas herbáceas perennes de aproximadamente 1 metro de altura, con hojas verdes dentadas y particularmente aromática; sus efectos calmantes y ansiolíticos son reconocidos; se utiliza sus raíces y flores para infusión o té.
2.- El Toronjil, también llamada melisa, es una planta aromática medicinal de la cual se usa sus hojas verdes y pequeñas flores para la elaboración del té. Ayuda sobre todo cuando el estrés proviene de situaciones personales fuertes, tormentosas e incontrolables. Calma los nervios y controla la ansiedad. Su uso debe ser moderado pues es capaz de generar efectos colaterales en otros sistemas del organismo y generar afecciones indeseables.
3.- La Manzanilla es un arbusto cuyas flores son las utilizadas para la elaboración del té; proporciona beneficios sedantes y relajantes. Es considerado un calmante natural muy suave y fácil de conseguir. No produce daños a otros sistemas por lo que su consumo diario es muy beneficioso.
Cualquiera de estas plantas relajantes cultivadas en tu jardín, ofrecen la comodidad de poder hacer uso de ellas en todo momento; solo toma sus hojas, flores o raíz, según la planta escogida y con agua hervida elaboras tu infusión o té.