Posibles Causas y Soluciones:
Riego Inadecuado:
Exceso de riego: Puede causar pudrición de las raíces, lo que provoca que las hojas amarilleen y se caigan.
Falta de riego: Puede deshidratar la planta, causando que las hojas se sequen y caigan.
Solución: Asegúrate de que el suelo esté húmedo pero no encharcado. Deja que la capa superior del suelo se seque entre riegos.
Problemas de Drenaje:
Las raíces de los cítricos necesitan buen drenaje. Si la maceta no drena adecuadamente, las raíces pueden dañarse.
Solución: Asegúrate de que la maceta tenga agujeros de drenaje y considera trasplantar el árbol a una mezcla de tierra que drene bien.
Deficiencias Nutricionales:
La amarillez de las hojas puede ser un signo de deficiencia de nutrientes, como nitrógeno, hierro o magnesio.
Solución: Usa un fertilizante específico para cítricos que contenga micronutrientes esenciales. Sigue un calendario de fertilización regular.
Condiciones Ambientales:
Cambios bruscos en la temperatura o la exposición a corrientes de aire pueden estresar al mandarino.
Solución: Coloca la planta en un lugar con luz solar indirecta y protege contra vientos fuertes o cambios bruscos de temperatura.
Problemas de Raíces:
Las raíces en una maceta pueden volverse densas y enredadas, afectando la absorción de agua y nutrientes.
Solución: Considera trasplantar la planta a una maceta más grande y aflojar suavemente las raíces.
Posible Infección de Hongos o Bacterias:
Aunque no hayas identificado síntomas claros, los hongos en las raíces o en el suelo pueden causar que las hojas se caigan.
Solución: Trata la planta con un fungicida adecuado y asegúrate de que el suelo tenga un buen drenaje.