Las pérgolas de madera son estructuras básicamente iguales a las de un porche, pero se diferencian de estos por su cubierta, ubicación y utilización. La instalación de una pérgola es un trabajo relativamente sencillo si se cuenta con ciertos conocimientos básicos de construcción y los materiales y herramientas adecuadas, ya que no son estructuras que deban soportar el peso de una cubierta de tejas como los porches, pero si las variaciones ambientales propias de los espacios exteriores. Para facilitar el trabajo y garantizar la durabilidad de los materiales, se pueden encargar a la medida o comprar prefabricadas en comercios especializados.
Este tipo de estructuras son de amplia utilización en jardines y parques por su gran versatilidad y valor ornamental. Son generalmente ubicadas en espacios centrales o posteriores del jardín y las posibilidades de diseño, cubierta, decoración y utilización de las mismas abarcan una extensa gama de opciones. Una de sus principales funciones es la de brindar sombra dentro de espacios que reciben luz solar directa, por lo cual se acostumbra su decoración con plantas trepadoras o enredaderas como la hiedra que aportan intimidad, belleza y frescura al ambiente sin restar demasiada luminosidad, combinadas con flores aromáticas para completar el disfrute de momentos de relax durante los días soleados, pero cubiertas con toldos también resultan útiles para resguardarnos de la lluvia y provistas de una cubierta de hojas secas de palmera y decoradas con especies exóticas le otorgaran al espacio un toque de exuberante belleza tropical, muy apropiado para el área de la piscina. Bien sea una pérgola tradicional de forma rectangular o una original estructura circular, representan elementos focales de gran utilidad en la decoración de fiestas y celebraciones especiales, por lo cual la instalación de una pérgola en el jardín es una elección de inigualable valor, tanto utilitario como ornamental.