Los jardines representan un espacio alternativo original y versátil que marca tendencia en la actualidad para la celebración de bodas. Las celebraciones al aire libre permiten un estilo más informal propicio para temáticas rusticas y bohemias y el contacto con la naturaleza proporciona un ambiente cálido, misterioso y acogedor capaz de inspirar momentos inolvidables.
Un perfecto estado de conservación del jardín y las características naturales del espacio deben ser la base primordial para cualquier decoración. La adecuada distribución de los elementos en el espacio disponible es de vital importancia para lograr un ambiente confortable, cuidando siempre los detalles a fin de preservar los elementos naturales de posibles daños y maltratos.
Independientemente de la temática elegida, será imprescindible la instalación de al menos una carpa que pueda proporcionar protección contra el sol o la lluvia. Las mesas, sillas y mesones deben ser ubicados en los sectores más planos del jardín, donde puedan mantenerse firmes. Es aconsejable acondicionar un espacio con juegos para los niños, de ser posible un colchón o castillo inflable.
El color blanco esta tradicionalmente vinculado a las bodas y en la decoración de exteriores resulta ideal en celebraciones diurnas para destacar el colorido y la pureza de la naturaleza y en celebraciones nocturnas para otorgar luminosidad y elegancia. La iluminación de troncos, ramas y enredaderas en la decoración de jardines para bodas nocturnas, similar a la utilizada en navidad y año nuevo, logra un efecto impactante y las velas en centros de mesa con bases de espejos otorgan un toque especial. Completan el efecto natural y romántico aromáticos detalles florales que nunca deben faltar en una boda y que pueden ser extraídos del mismo jardín, colocados estratégicamente en arcos, mesas o bordeando el camino que seguirán los novios hasta el altar o espacio destinado a la ceremonia.