El bambú es una planta oriunda de zonas húmedas y calurosas de Asia; considerada tropical, subtropical y templada según la especie que se considere. Esta planta posee gran variedad en especies que pueden variar según su tamaño, su resistencia al clima, el tipo de follaje y caña o tallo que desarrollan, su consistencia, hueca o no, y en cuanto a su color. Se encuentra presente en la cultura y arquitectura asiática considerada una especie de talismán que atrae la abundancia, la prosperidad y progreso en el trabajo; simboliza la honestidad, vitalidad y pureza de las personas. El bambú aporta una decoración fresca, natural y distinta; sobria, elegante y sencilla ofreciendo una armonía entre la naturaleza y espacios neutros de belleza sutil y sencilla.
Su uso en decoración de jardines es muy versátil; pueden ser ubicados en jardines pequeños, en jardines de amplio espacio y en macetas en el interior o exterior de la casa; todos y cada uno de estos ambientes deben aportan las condiciones que él necesita para su buen crecimiento y desarrollo.
El bambú requiere lugares bien iluminados, pero no de luz solar directa, un terreno rico en nutrientes y abundante agua en épocas fuerte de calor, como en verano; sin embargo, su drenaje en tierra debe permitir que sus raíces no se inunden porque se dañan; recibirá un riego moderado solo para mantener una tierra húmeda; si la tierra se encuentra bastante seca es buen momento para su riego profundo y lograr que la raíz se humedezca.
Para jardines pequeños en el exterior de la casa el bambú puede sembrarse en macetas grandes lo suficientemente profundas para que su raíz se desarrolle en óptimas condiciones. Si el gusto es sembrarla en tierra libres, es necesario y según sea la especie de bambú a cultivar, colocar contenedores de sus raíces porque pueden extenderse demasiado y ser invasivas en el terreno, afectando otros cultivos. Su crecimiento es rápido y continuo; y según la especie puede llegar a alturas de unos 30 metros de alto; sin embargo, muchos otros llegan a alturas menores de unos 3 a 4 metros. Sus hojas de aproximadamente 10 cm de longitud y unos 5 cm de ancho componen un follaje verde claro hermoso y sutil dando la apariencia de espigas lanceoladas. Sus tallos pueden ser huecos o no de aproximadamente 1,5 cm de diámetro; de color verde, amarillos y violeta según la especie. Otros presentan flores de colores fuertes y brillantes de pétalos de aspecto esponjosos y espinados.
Suele ser muy sugerido para la fabricación de muebles, pérgolas, cestos, entre muchos otros objetos de decoración debido a que su tallo o caña es ligero, flexible y muy resistente, condición que permite jugar con la creatividad artesanal e industrial. Algunas de sus variantes se favorecen siendo sembrados al estilo bonsái; son cultivos delicados y de mantenimiento especial, sin embargo, el esfuerzo de su cuido es retribuido al hacer de la decoración un lugar muy particular.
Dentro del grupo bambú encontramos muchas variedades que podemos clasificarlos en:
1.-
Bambú Corredor. Son aquellos Bambú de crecimiento invasivo que producen grandes rizomas, se extienden hacia todas partes bajo la tierra y son tan invasivas que solo debe ser cultivada en espacios extensos formando variedad de bosques.
2.-
Bambú Bambusa. Tiene la particularidad de ser invasiva también, pero de condición controlada; controlada por decisión de la persona a través de contenedores de mallas, jarrones, macetas, que no permitan que puedan afectar otras plantaciones ni destruir terrenos pequeños. Algunos lo catalogan como no invasivo.
3.-
Bambú Fargesia. Es el bambú que crece en matas apretadas y no se extiende descontroladamente. Es ideal para jardines pequeños y del cual podemos apreciar en las decoraciones muy características al estilo asiático. Crecen hasta alturas de unos 4,5 metros; y te podría nombrar, la fargecia denudata, fargecia murielae y la fargecia Rufa, de los de esta categoría. Son excelentes por el tamaño que alcanzan y solo necesitan un mínimo de temperaturas de aproximadamente -20 °C para su buen crecimiento y desarrollo.