Para la instalación de un estanque se deben tomar en consideración primeramente las dimensiones del jardín y la ubicación apropiada del estanque dentro del mismo y por último el tipo de planta acuática a cultivar. Si el jardín es de mediano a grande se requerirá una obra de construcción para la instalación de un estanque tradicional de dimensiones proporcionales para conservar la armonía del diseño pero en un jardín pequeño resulta relativamente sencilla la instalación de un estanque de plástico prefabricado de dimensiones reducidas, acorde con el espacio disponible. Para la ubicación del estanque debe elegirse un espacio preferiblemente alejado de la casa y de especies de hoja caduca para evitar que con el tiempo sus raíces puedan dañar la estructura del estanque y sus hojas ensucien el agua durante el otoño, resguardado de vientos fuertes, que reciba luz solar directa durante las horas de la mañana y sombreado a partir de mediodía.
Se debe cavar un hoyo en el terreno seleccionado de acuerdo a la forma y tamaño del estanque prefabricado a introducir, los cuales generalmente tienen una profundidad de entre 40 y 60 centímetros, limpiar el hoyo de piedras, raíces y cualquier otro elemento que pueda resultar perjudicial, introducir el estanque, llenarlo de agua que no sea ni muy calcárea ni muy salina y nivelarlo. Una vez instalado el estanque puede ser necesaria la utilización de algún sistema de aireación, filtrado o cartuchos para que el agua se purifique y oxigene. Por último se distribuirán dentro del estanque las plantas acuáticas, previamente plantadas en cestas especiales, las cuales no deberán cubrir más de la mitad de la superficie total. Las especies acuáticas en general requieren de agua constante y luz solar para poder vivir y no toleran las heladas, por lo cual es conveniente plantarlas durante la primavera.