Los girasoles no son solo un adorno dentro de un jardín de flores, los girasoles se siembran y se cultivan normalmente en campos grandes y se cosechan con la idea de elaborar aceites vegetales, semillas o incluso alimentos para las aves. Pero para poder adquirir los mejores productos basados en girasoles, los agricultores deben seguir paso a paso ciertas recomendaciones en la siembra de las semillas de girasol.
Temperaturas ideales. Los girasoles existen en diferentes variedades, la gran parte de ellos son transigentes al frio o a las bajas temperaturas. Una semilla de girasol puede germinar sin ningún problema dentro de temperaturas tan bajas como a 3ºC. Aun así, hay departamentos de agricultura a nivel mundial que recomiendan esperar hasta que la temperatura del suelo este a unos 7ºC en época de primavera preferiblemente.
Fases de la temporada La temperatura en el suelo tiende calentarse más rápido en el área del sur del planeta que en la parte norte, por lo que las siembras que se realicen en estos países pueden llegar a tener semanas o meses de adelanto en comparación con las del norte que tardaran un poco más. Por ejemplo, el mes de mayo es perfecto para sembrar girasoles en las tierras de Canadá, sin embargo, no es, si no para los meses de marzo o abril que es perfecto para sembrar en estados unidos o en México. Por lo cual la temporada depende más del calor del suelo y del país donde se va a realizar el sembradío. Ya pasado el mes de junio, la siembra debe cesar, a menos de que se siembren girasoles enanos, esto se debe principalmente al cambio climático y al tiempo de cosecha.
Observaciones importantes Los girasoles igual que cualquier otra planta, flor o fruto, toma su tiempo para germinar correctamente desde la semilla, hasta tener un fruto aceptable y que pueda producir más semillas para una nueva siembra. La fecha que se considera ideal por muchos departamentos de agricultura para retirar la cosecha es después de 115 días de haber sembrado. Por lo general los girasoles solo les toma un aproximado de 55 días en florecer y unos 75 días desde la siembra para brindar algunos beneficios. Pero no es sino hasta 115 días que los girasoles en si tienen la madurez suficiente para ser cosechados, ya que a esta altura brindaran de una excelente calidad, no solo a los productos finales para los cuales fue sembrado, sino también para las semillas que darán pie a la nueva siembra.
Sin embargo, esos 115 días no son necesariamente exactos, ya que la siembra de los girasoles depende como ya se mencionó de las temperaturas del suelo, además de los cambios climáticos, como por ejemplo los tiempos de lluvia o de sequía, y obviamente no puede faltar también el efecto que tiene el cuidado que les brinde el agricultor. Si los girasoles sembrados son enanos se debe cuidar la temperatura y la distancia entre ellos, si por el contrario son de los girasoles de tallo alto, los fuertes vientos pueden dañarlas, por lo que deben mantenerse levantadas.