Japonesas

Flores Japonesas: La Flor de Loto
La filosofía  oriental le otorga a la flor de loto propiedades espirituales. Su nombre científico es Nelumbo nucifera y lo más resaltante de esta planta es que sus semillas pueden permanecer en latencia hasta por 3 siglos, de allí que para los japoneses la flor de loto simbolice la inmortalidad. Es una planta que flota en los estanques, posee rizomas que se anclan al fondo de los estanques, sus hojas de unos 50 centímetros de diámetro le facilitan la flotación, la coloración de estas flores japonesas va desde el blanco hasta el rosado.
Flores Japonesas: El Kiku
Las flores del crisantemo de hasta unos 18 centímetros de diámetro son nativas de Asia y del noreste de Europa, pertenecen al género Chrysanthemum y poseen multicolores, formas y tamaños. La planta es del tipo arbustiva y alcanza aproximadamente 1,5 metros de altura forma parte del gran espectáculo de flores japonesas que le dan vistosidad a los bellos jardines donde los pobladores buscan el remanso y la paz.

Flores Japonesas: La Magnolia Japonesa
Es una planta del tipo arbustivo que puede llegar a medir unos 4 metros, es del tipo perenne y con características caducifolias, se desarrolla perfectamente en un suelo rico en humus y con un buen drenaje. Estas flores japonesas son de gran tamaño, algunas llegan a tener un diámetro de 16 centímetros, la coloración de cada flor es matizada desde el blanco hasta el púrpura rosado.
Flores Japonesas: La Sakura
Se le conoce como la flor del cerezo o sakura, es una flor rosa pálido de apariencia muy frágil y cuya visión se torna muy relajante, su nombre científico es Prunus serrulata, dentro de las flores japonesas tiene un lugar privilegiado, pues existe hasta una celebración en su nombre, el festival Hanami, en el que se celebra su florecimiento, durante dicho festival se realizan reuniones en torno a estas plantas, allí se producen reflexiones en relación al corto tránsito por esta vida y lo fácil que es pasar hacia la muerte. Los samuráis tenían en estas flores japonesas la representación de su efímera vida y se creía que las flores del cerezo representaban las gotas de sangre derramadas por estos guerreros, su período de floración es muy breve siendo esta otra similitud con los antiguos samuráis.