Manzano

Cultivo de un bonsái manzano
El malus spp, conocido por todos como manzano, proveniente de Europa, Asia y Norteamérica, es un árbol caducifolio con una gran variedad de especies, de hojas oscuras y redondeadas y flores blancas o rosadas, especialmente apreciado por su fruto (la manzana). Entre la gran variedad de especies del árbol de manzano, alrededor de veinte de ellas son adecuadas para la formación de bonsáis por el tamaño de sus frutos, logrando una buena adaptación a estilos informales.Condiciones óptimas para su cultivo
El bonsái de manzano es una especie que requiere de luz solar directa pero no se adapta del todo a los climas del trópico, afectando principalmente su producción de frutos y su floración, aunque con un buen riego puede resistir temperaturas elevadas definitivamente prefiere las temperaturas bajas.

Suelos, Riego y Abonado
Los suelos de tierra vegetal provista de suficientes nutriente resultan ideales. El bonsái manzano solo requiere un abonado quincenal durante sus periodos de máxima actividad, el exceso de abonado perjudica su floración y fructificación. Es importante un buen riego y pulverización antes y después de la floración. Si llega a marchitarse puede ser recuperado por el método de inmersión, si se procede con rapidez.
Recomendaciones de Poda
La poda del bonsái manzano debe realizarse después de su floración, retirando también  algunos frutos para que la planta descanse y se revigorice.
Trasplante y Alambrado del bonsái manzano
Es recomendable el trasplante a una maceta más grande cada dos años aproximadamente, aprovechando para cortar un poco las raíces y eliminar aquellas que estén dañadas y cuidando de proteger la planta del sol directo y de cualquier tipo de abonado hasta unos dos meses después del trasplante. Debido a la delicadeza de su corteza la cual se marca con mucha facilidad, en lugar de alambrado es preferible utilizar otras técnicas para su modelado.