El
castaño de indias, (
Aesculus hippocastanum) es un árbol de la familia Hippocastanaceae.
Sus primos norteamericanos, llamados palmeras, tienen hojas más suaves, no dentadas, con flores que recuerdan a las del castaño europeo.
El castaño de indias está muy extendido en los parques públicos y en las avenidas de Europa y América del Norte.
Es un gran árbol ornamental cuya longevidad en las áreas rurales es fácilmente superior a 150 años, a veces hasta 300 años y hasta 30 metros. La savia, el insecto y la semilla tienen un olor muy particular y un poco de sabor amargo.
La corteza marrón es suave a rojizo ligeramente en las grietas de árboles jóvenes en la dirección longitudinal, a veces en un movimiento en espiral alrededor del tronco, y pelado se desprende en pequeñas placas.
Las flores blancas o rosadas, teñidas de rojo, se juntan en forma de pirámide, pero existen muchas variantes.
Las hojas caducas son opuestas, grandes (30-50 cm), con un pecíolo largo, palmeado, con 5 o 7 folíolos dentados.
Los brotes puntiagudos que aparecen en otoño, están protegidos por una especie de resina fuertemente pegajosa.
La fruta es una cápsula correosa y puntiaguda, que generalmente contiene una única semilla marrón grande (a veces dos), lisa y brillante, tóxica llamada castaño de indias. Las castañas del oficio, para ser asadas o utilizadas en la confitería, que son comestibles, son castañas, frutos de una variedad de castaña (
Castanea sativa) con frutas no particionadas. Estos no son los frutos del castaño de Indias.
El castaño de indias contiene almidón, saponinas (esculina) y glucósidos
Las castañas, las yemas y las hojas pueden ser tóxicas, particularmente debido a la esculina, una molécula con propiedades anticoagulantes.
La literatura informa algunos casos de intoxicación mortal humana, pero los datos no siempre parecen muy confiables. Las castañas frescas no son tan tóxicas como a veces se dice porque las saponinas que contienen se absorben poco en las membranas mucosas Algunos autores creen que la intoxicación grave es el resultado del consumo regular de castañas. Esta especie debe ser considerada como potencialmente tóxica para los humanos.
Se han descrito casos de intoxicación en rumiantes, caballos, perros y hamsters. Los signos clínicos son especialmente digestivos y, a veces, nerviosos durante la intoxicación masiva.
La corteza (rica en taninos y flavonoides) se utiliza para hacer preparativos contra los problemas de circulación sanguínea.